Es un procedimiento quirúrgico por medio del cual se retiran las gónadas del paciente (Testículos u Ovarios) para evitar la reproducción del mismo. Este procedimiento también se lleva a cabo cuando existe alguna patología en estos órganos, como tumores, quistes, traumatismos severos, etc.
Además del evitar la sobrepoblación de perros y gatos, que es un problema muy serio en estos días, la esterilización puede prevenir algunas enfermedades en nuestros pacientes como tumores mamarios, hernias perineales, hernias inguinales, enfermedades prostáticas. De manera indirecta, también reduce las probabilidades de contraer TVT (tumor venereo transmisible) y, en algunos casos, problemas de comportamiento, entre otras.
La cirugía en machos se considera una cirugía menor con muy pocas complicaciones. La cirugía es rápida (10-20 minutos), totalmente ambulatoria y el paciente regresa a su actividad normal en muy poco tiempo. La incisión es pequeña, aproximadamente de 2 cm dependiendo de la talla del perro o gato.
En las hembras es una cirugía en la cual es necesario abordar la cavidad abdominal, de manera laparoscópica o tradicional, en la cual se retiran los ovarios y el útero. Las pacientes regresan a su actividad normal después de salir del hospital. La hospitalización no suele ser mayor a 24 horas.
En el caso de la esterilización por laparoscopía, el procedimiento consiste en que por medio de la introducción de una cámara de video y una fuente de luz se logra visualizar a través de incisiones muy pequeñas se logra observar de una mejor manera los órganos que en una cirugía tradicional, disminuyendo la posibilidad de complicaciones.
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